LA GRANDEZA DE SER VERBO
Sin
mí, falta comprensión. / No hay claridad,
no se entiende.
Mas,
si estoy en la oración
De
mí, el sentido depende.
-¿”Juegas”?-
Me dijo Manolo / Y bien claro que fue a mí.
Porque
existe un tú –te, ti-
En
mi mente. –Y no estoy sólo-.
-“¿Han
jugado”-después dijo / Y éramos ya más de dos.
-No
hace falta ser un Dios.
Ni
aplaudir el acertijo-.
-“Jugué”-
siguió así la historia / Se deduce que fui yo
Y
en pasado. ¡Qué memoria!
Jugaste,
jugué, jugó,...
Pues:
“¡A jugar!”- ahora digo / Pero: ¿Quién?- No está bien claro-
No
hay personas. ¿Ves? Amigo
Impersonal.
Y no es raro.
Sin
mí falta comprensión. /Pues si digo sólo: Clara.
Se
nombra sin ton ni son
¿Entiendes?
Nada se aclara.
La
grandeza de ser verbo / no es de palabra cualquiera:
“arriba,
sol, luego, ciervo,...”
Todas
esas están fuera.
Si
hay que fijar bien la acción: /”sales, dices, vas, espera,..”
La
grandeza bien reitera:
“Habrán
dicho, es observado,
Fui
corregido, has saltado,...”
Motorizan
la oración.