martes, 31 de diciembre de 2013

LA GRANDEZA DE SER VERBO



















LA GRANDEZA DE SER VERBO

Sin mí, falta comprensión.  / No hay claridad, no se entiende.
Mas, si estoy en la oración
De mí, el sentido depende.

-¿”Juegas”?- Me dijo Manolo / Y bien claro que fue a mí.
Porque existe un tú –te, ti-
En mi mente. –Y no estoy sólo-.

-“¿Han jugado”-después dijo / Y éramos ya más de dos.
-No hace falta ser un  Dios.
Ni aplaudir el acertijo-.

-“Jugué”- siguió así la historia  /  Se deduce que fui yo
Y en pasado. ¡Qué memoria!
Jugaste, jugué, jugó,...

Pues: “¡A jugar!”- ahora digo / Pero: ¿Quién?- No está bien claro-
No hay personas. ¿Ves? Amigo
Impersonal. Y no es raro.

Sin mí falta comprensión. /Pues si digo sólo: Clara.
Se nombra sin ton ni son
¿Entiendes? Nada se aclara.

La grandeza de ser verbo / no es de palabra cualquiera:
“arriba, sol, luego, ciervo,...”
Todas esas están fuera.

Si hay que fijar bien la acción: /”sales, dices, vas, espera,..”
La grandeza bien reitera:
“Habrán dicho, es observado,
Fui corregido, has saltado,...”
Motorizan la oración.








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