DE LAS INJUSTAS POÉTICAS A LA PRECEPTIVA
LITERARIA
Nacieron en Salamanca / allá en los años sesenta
E impulsaron la palanca / del
ingenioso que inventa.
Apenas salías de casa e ibas camino del
Instituto Fray Luis de León al primer amigo que te encontraras le decías: “Que
mañana también pase / ya veo que vas a clase.”
El amigo no se hacía mucho de rogar y si
pertenecía a la misma Orden de Caballeros Andantes te contestaba:
Hoy ha sido un accidente / pues me caí
de la cama.
Suceso poco corriente / que a un
estudiante difama.
El reto había quedado en el aire y con
un desaire y una sonrisa tonta cada comensal continuaba por su camino.
Nada más entrar en la Plaza Mayor
comenzaban los clásicos Ofrecimientos: “¿Quieres churritos calientes?”. Y
contestabas: no gracias “luego me duelen los dientes”. El vendedor insistía: “Pero
si están templaditos”. Y murmurabas: “Y los precios pasaditos”.
Diez pasos más y el limpiabotas de
turno: “Caballero esas botas / se las dejo bien brillantes” Te volvías y asentabas:
“No las ve que son diamantes /¿ o es que acaso no lo notas?.”
No terminabas de pasar la gran barrera
de los Ofrecimientos, cuando y llegando a la puerta del Instituto surgía el
clásico vendedor de periódicos:
Para chicos y mayores / la Gaceta, el
Adelanto
Reportajes con encanto. / Y hoy con
fotos de colores.
Las in-justas poéticas nos han puesto a
la orden del día y esperando que abrieran la clase los saludos se
intercambiaban de unos a otros:”Manolo, Manolo / que se te ve el bolo”.
“Ten cuidado, Sebastián / te estás pisando
el gabán”.
“¡Mira por ahí quien viene / María, Esperanza
e Irene”.
Y de pronto invadía un gran silencio en
todo el entorno, el conserje acompañando a don
Enrique, intentaba abrir la puerta de la
clase y como no podía la llave terminó pasando de uno en uno: “Ya lo ve usted
don Enrique / este instituto va a pique”
¿Por qué tendría tal ocurrencia el
simpático estudiante? Parece que adivinó la clase que hoy les iba a dar Don
Gabriel. Iba a ser el germen de las constantes In-justas poéticas de la Orden
de los Caballeros Andantes:
Dos versos vienen rimando / No se asusté
usted, Fernando.
¿Y si en vez de dos son tres? / A que uno
cojea ¿le ves?
El asunto se complica- les dijo así el
profesor- hoy nos toca explicar para que ustedes puedan poner después en
práctica, ejemplos de casos: la redondilla, el cuarteto, el serventesio, el romance,
el soneto…
Pero, empecemos chiquilla:
Ocho versos bien contados
Y rimando en sus costados
Las consonantes.
¿Te pilla?
A lo cual le contestó, con mucha
seguridad: ¿Podrá ser la redondilla?
Ha seguido con otros ejemplos y de pronto:
¿Y si riman los impares? /-El profe le
ha preguntado
A Juan Francisco.
Le espeta
Espero que nos lo aclares.
Seguro profe se llama:
Y me apuesto la coleta
Que no es cuarteto-y me escama-
¿Si es de arte Menor? Cuarteta.
Bueno hasta aquí hemos llegado hoy el
profesor les ha dicho. ¡Prepárense para
mañana!
Habrá hasta un soneto con estrambote.
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