LA AGUDEZA DE LA AMBICIÓN
Agudas son las doncellas.
Al mismo tiempo que llanas.
Agudas ¿por ser agudas?
Gramaticalmente llanas.
Lo cierto es que son agudas.
Doncellas igual que llanas..
Un buen día acudieron.
A que les diera consejo
Un letrado. Al que vieron
Además de sabio, viejo.
¡Ved a través de este vidrio!
Decidme: ¿qué veis?-les dijo-
Gente –contestan, no vidrio.
Fueron después a un espejo
Y se vieron reflejadas
Y es que este ejemplo ya es viejo
Aunque venga de pasada
Cuando hay PLATA por detrás
No vemos ya a los demás.
Que vemos nuestro reflejo.
La ambición no es un buen don
Ya que ciega por detrás.
Siendo así su condición:
Aleja de los demás.
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