jueves, 5 de julio de 2012

LOS PROTECTORES DE LA CREACIÓN



Hay protectores que protegen, como 
es para el caso de nuestra piel. 
Y los hay de gran calidad. 
Pero...¿Quién protege al protector que protege nuestra epidermis de los rayos solares? El más sencillo de los envases.
Para lo cual, las casas comerciales procuran buscar un bonito e interesante nombre comercial. Si le añadimos un diseño atractivo y llamativo color, puede cumplir perfectamente su función.
Su nombre, al ser protector solar, si empieza por Helio ya dice mucho y si es gel más fácil de aplicar.
Ahora nos surge, también otra pregunta. ¿Qué sucede con su envase una vez abierto el producto?
 Por lo general, sigue el camino de la basura. Cumplió su función y a nadie ya interesa.
Hay , sin embargo, quienes antes de tirarlo, lo miran, abren, escudriñan, diseccionan,... Esto podría ser....
Ha sucedido como el reciente descubrimiento del campo de Higgs. La casi nada que explica casi todo. Y con respecto a nuestro protector solar –que no le hace falta acabar de  manifestar su nombre, pues ya casi todo él lo dice- para descubrir nuevas posibilidades cede la materia de su envoltorio.
La tijera, el pegamento, la mano, el dedo, el lo que salga, o lo que se indaga,... emprende los siguientes pasos que van de la casi nada que explica casi todo.
¡Cómo el bosón de Higgs! Salvando ¡claro está!,  sus enormes e importantes distancias en el tiempo, en el espacio, en las ciencias, en las búsquedas y  en la creación.


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