sábado, 10 de agosto de 2013

TÉCNICOS EN ARTES, PIEDRAS Y PAPELES

















ALBAÑILES
Si no habéis visto alguna vez a un albañil (de pueblo o de barriada) haciendo una pared, os invito a que os detengáis a hacerlo. Esto viene de los tiempos en que diez miraban y dos o tres aparte trabajaban. Veréis como llega el carro o el camión y deja su carga de piedras ( cada una de su padre y de su madre).
Por lo pronto el cantero las parte a la medida conveniente, acto seguido con dos clavos y una cuerda horizontal realiza las medias en el suelo.
Va cogiendo las piedras un poquito mayores para la parte de abajo, con un martillo recorta esquinas o salientes y va colocando unas encima de otras; antes, procura dejar una pequeña abertura ( para que pase el gato, me entiendes, el agua de la lluvia).
Para que la pared quede recta con una cuerda , una moneda o un peso de plomo, realiza una plomada que de una forma rústica suele llevar en el bolsillo.
Si el maestro es experimentado y conoce el oficio, los diez mirones que han estado continuamente sacando “peros” quedan al final admirados y tratarán de convencer al dueño de la finca que le ha salido “regalá”.
Albañiles hay también de muchos oficios. El niño que coloca todos sus libros, unos encima de otros. Realiza un original fuerte para sus muñecos y llama a su madre para que vea su obra.
No le valorarán el trabajo realizado, pues los libros –tratarán de desanimarle-, se han hecho para estudiar. Lo mismo pasa con las pinzas de la ropa, las latas de los refrescos, las cajas de los detergentes, los envases de plástico,...
El periódico se compra para leerlo, las propagandas para informarse,...Quien intente pellizcar, o con las tenazas arrancar trozos de los mismos. No se va a enfrentar con el director o con el productor sino con la opinión pública.
Surgirá entonces, el me gusta, no me gusta, lo hago añicos o con el consabido final de ¡dejemos la fiesta en paz! Que está vacía la papelera. ¡No, hombre, no!- diría Mariano Ozores. ¡No hombre, no! Enmarca tu obra, contémplala y reflexiona.
Al fin y al cabo Miguel Ángel también fue un albañil y... ¡Hay que ver lo que hizo en Roma!
Pues dale al hay, que:
                               “Ahí, hay un hombre que dice:
¡Ay!
         - Haberlos hay ¡qué si hay!-
Y lo tendrás que saber
Que si es con hache es de haber.
 ¿Y sin ella?
                  - ¡Ay!-
                              ¡qué caray!
Dolor, pena has de tener.

 ¿Y con tu obra?: Con-vencer (compañía en el vencer, persuadir)

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