ESTO ES EL COLMO -TRATADOS DE COLMOLOGÍA:
DE LAS MALAS LETRAS, TROVAS Y DE LAS PEORES ARTES.
Los programas eran unos libritos que traían los textos escolares enumerando los apartados del temario. Cuando el profesor, tenía ganas de cazar, y se disponía a preguntar procuraba adornar el comienzo de la ceremonia unos minutos –que eran los de la “temblaera”o virgen santa, virgen pura-...
De pronto una voz grave y autoritaria rompía el angustiado silencio:
¡Miguel Sánchez Ruíz, salga a la pizarra con su programa y desarrolle el tema que nos toca! -
Los demás, mientras tanto estábamos haciendo cálculos de qué preguntas por orden y lógica nos corresponderían cuando llegara hasta nosotros-
Podían pasar varias cosas: Que el alumno no tuviera el programa y que nadie pudiera prestárselo. Volvía inmediatamente al sitio, pues el prestarlo era un delito tanto para el aceptador como para el prestamista.
Que lo tuviera adornado con anotaciones a lápiz, si te pillaban cero al cociente y pregunto al siguiente. Trasladando lo anterior a panorama político actual, el tema de los programas también está así reflejado.
De los textos escolares ha desaparecido el singular programa y de la vida política también porque si lo tienen luego no lo cumplen.
La ideología debería estar por encima de todo programa. Y si un ciudadano se arrima a quien tiene tal ideología conformada y confirmada, debería de primar ella sobre todo lo demás. Y quien se apuntara a tal o cual partido y viera que ciertos afiliados no la siguen debería de poder denunciarlos para que fueran depurados como las aguas contaminadas de ciertos ríos que no tienen un pez vivo.
He aquí las retahílas que un pésimo trovador, regala a los transeúntes que se detienen en la calle de la esquina 42 a escucharlas:
Tengo, tengo, tengo / tú no tienes nada / tengo una “nana y tengo”/ muy bien programada.
Todo a mi favor / la oposición aplastada / si tengo algún error / pues será desprogramada.
Programador que programas/ un cuento tan programado / que el principio es el final / Por tanto ya no es casual / que el mismo te haya dejado: / Un programa electoral.
Listas y listas de nombres / que unos cuantos configuran / los primeros, no te asombres / son los mismos, los que duran.
El colmo de un jardinero / pues que te dejen plantado /Y si el pelo le han tomado / ese ya es de un peluquero.
Entonces ¿Nada derecho? / todo está tan jorobado / que si alguien pierde el juicio / ese ha sido un abogado.
¿Yel poli? ¡Qué precipicio! / ya lo ves con dos esposas / y un amigo jardinero / que le han dejado plantado.
Pasa, ¡por ahí cada cosa! / pues cosas de futbolero / da patadas y no es burro / ¿Cómo dices que se llama? / Vamos a ver si discurro:/ Aquiles Mato, Aquiles Mato.
¿Será médico?-proclama-/ Botones de padre sastre /¡Eso sí que es un desastre!
No tiene tiempo de nada / ¿No será meteorólogo? / Dejémonos de bobadas / que trabaja de Colmólogo./ ¿Qué trabaja de Colmólogo? / Acaba la bufonada.
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