VALORACIONES
Las valoraciones son un tanto necesarias
como cautelosas. Cada cual valora lo que más le gusta. Y la suma de
valoraciones hace que una obra sea más valorada que otras.
Aquí ya comienza el peligro, si entra
por medio lo monetario o el consabido trueque.
Te cambio mi obra “Toreando un perro”
por el pañito bordado que te regaló tu abuela…
-Ni pensarlo, tiene más puntadas el
pañito.
-¡Anda tú! Plasma tú, esa idea del
“toreando”…
-¡Hombre, si estuviera pintada…!
-Tú lo has dicho, las pinturas
contaminan el ambiente, pueden ser cancerígenas. Sin embargo el collage
dulcifica el ambiente.
-¿Y de qué está hecho? ¿De
caramelos?...Mucho continente y poco contenido.
Y ¿la segunda representación del toro de
lidia?...
-Mira, pienso que nadie tendrá intenciones
de tener la “agonía”, pues es algo irrepresentable.
-Pues por eso mismo es irrepresentable y
aquí lo estás viendo ¡Cómo se salta esa idea a la torera! De todas formas es intransferible,
algo que no se ve y aquí se muestra de una forma reconocible. ¡Vale!
Te das cuen… Por eso yo me quedo con lo
tuyo y tú con lo mío. ¿Te parece?
Post-datum
Las valoraciones pueden ser necesarias,
cautelosas, caudalosas y egoístas. Y estas dos últimas palabras “des-valorizan”
cualquier trabajo medianamente realizado…¡Digo!
Realizaciones plásticas POP-ART
X-Toreando a un perro
X-Agonía del toro de lidia.
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