-DIVAGANDO-
CÓMO RETENER
MEJOR EL NOMBRE
DE LOS
MEDICAMENTOS
No es extraño
que a veces cuando nos pregunta el médico los medicamentos que estamos tomando,
se nos quede la mente en blanco.
Puede obedecer a
diferentes causas. Una que vemos nosotros que es bastante significativa es la
disposición que tienen en los envases el nombre de los mismos y la abertura.
Por comodidad habitual nos dirigimos a la abertura antes de leer el nombre.
Sacamos la
pastillita que ya conocemos y al vasito de agua…
Lo vamos a explicar en romance paladino -para
allanar el camino- y así mejor nos entendemos
Pienso que es
bueno que el nombre
Que lleva el medicamento
Se aproxime a la
ABERTURA.
Se da el paso –y no te asombre-
A una correcta lectura.
A los distintos
envases.
La cuestión no
está resuelta
Es mejor que la
repases.
Si el nombre y
la apertura
Están justamente
al lado.
No puede haber
criatura
Que pase tan
despistado.
¿Ves eme, delante
de uve?
Simvastatina. ¡Guasón!
“Zaca el zaco al
zol y…¡Sube!
“¿OmepraSol?”-Chitón-.
Si te ha servido
el detalle
Del nombre con
la hendidura
Será mejor que
me calle
¡VIVA LA BUENA
LECTURA!
Apostillo, sin
embargo,
Que no pasa en
general
Ni en todos, que
me hago cargo.
Algunos por las
dos caras
Sus nombres se
leen, genial
Y VIENE LO
PRINCIPAL QUE SEÑALA
EL TRATAMIENTO
Verás que cada
pastilla / Tiene clara su función
Es guía el Venorutón
Y un ¡ojo! con
una rejilla / Que marca la distinción.
Doctor, A usted
le admiro/ ¿Será leo: Losartán?
¿O quizás eso de
Adiro? /Por lo pronto ¡Vaya gol!
¿Qué leo…? Omeprazol.
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