EL OLOR NO ERA A FRAMBUESAS
EL E T
s. Repitió, además de la lupa con una linterna. Y siguió mirando todos los rincones y objetos sospechosos de la casa.
Cambió después la linterna por un viejo candil de mecha que hacía un siglo que no se había vuelto a llenar de aceite y a encender.
Pero mira tú por donde, al pasar con el candil de mecha junto al cuadro pintado al óleo del El caso era preocupante y no porque la enfermedad de Dn.Cosme fuese grave. Sino porque
cada día presentaba síntomas diferentes. Visitó a numerosos médicos y todos le decían lo mismo. "Es un caso bien definido de alergia". Pero ¿de alergia a qué? Si en sus casa no había ni una pizca de polvo, se limpiaba el más mínimo detalle. Controlaban la humedad, la fuerza de los r ayos
del sol, la intensidad del ruido, del timbre de la puerta, del volumen del televisor,...Todo, todo, estaba controlado. Hasta el canario se lavaba y secaba diariamente.
Mas Dn. Cosme callaba, no decía nada, investigaba hasta el rincón u objeto más recóndito.
De vez en cuando se quejaba de un cuadro grande que tenía en el salón y que estaba pintado al óleo, sería también de tenerlo tanto tiempo enfrente...
-"Esas flores tienen que tener algo"-decía- mirando al cuadro. Pero...¿qué van a tener?- se reía su mujer. Además si están pintadas. ¿O también vas a ser alérgico a las flores pintadas?-
Esa frase le produjo impacto. Los médicos le habían dicho:"Si eres alérgico a algo, ese algo lo tienes que descubrir tú"
Desde entonces Don Cosme se había vuelto interesante, pensativo, observador.
La llegada del sobrino
Un buen día llegó a su casa un sobrino que había hecho la carrera de químico en Salamanca y que además era muy aficionado a las bellas artes de la pintura.
-"Tío- le dijo-¡ese cuadro tiene algo! Lo ves -repitió Don Cosme a su mujer- ¡ Ese cuadro tiene algo! Huele como a frambuesas.....¡Ezageraooo Tú!
Pero el algo- afirmaba su sobrino- está en esas flores pintadas.¿Verdad, tío?
Su tía- saltó al instante. Tú eres como tu tío, calcaítoo...¡Qué van a tener esas flores! Si tu tío lleva tosiendo ahora (y siempre igual) 75 veces seguidas será por otra cosa, no por las florecitas esas del cuadro. ¡Qué están pintadas cogne!
Proceso de investigación
El sobrino harto de oír contar a su tía 72,73,74,75 cada vez que tosía su tío. Cogió una lupa, se fue al cuadro de óleo del salón y se puso a observar de cerca todas las florecitas que tenía pintadasalón de pronto vio un extraño fenómeno. El humo de la llama del candil se desplazaba a un lado, como si esas florecitas pintadas tuvieran algo que espantaban al humo del candil.
-¡Aquí hay truco!- dijo el sobrino al instante. Truco o magia encerrada en estas florecitas del cuadro al óleo. Se nota que desprenden un halo misterioso que sólo se ve con la luz eléctrica apagada y la misteriosa llama del candil. Halos misteriosos
De pronto Dn. Cosme interrumpió la escena y su mujer en voz alta contó las 75 toses seguidas.
-Se dice bien comentó el sobrino:¡Hay que tirar ese cuadro! Mas el cuadro era de una herencia del abuelo de su tío y decían que podría tener valor que mejor que lo viera primero algún experto.
-Lo meteremos en una vitrina lo mejor embalado posible y en su lugar pondremos...
¡Un cuadro transformista! -gritaba el sobrino. Es lo más sano y apropiado que dicen que el óleo desprende halos misteriosos cuando su fabricación es dudosa y las acuarelas (¡esas sí que son malas también! ) contaminan el ambiente.
-Lo mejor un cuadro transformista y tu alergia desaparecerá para siempre...-
Y en efecto pusieron este cuadro transformista que ves en el lugar que estaba el famoso cuadro pintado al óleo del salón. Su autor es desconocido en el mundo del arte se sabe que nació cerca de la Peña de Francia, por tierras de la provincia de Salamanca y como la Peña es muy alta el autor también se distingue por tener muy altas miras. En sus cuadros no se trata de buscar parecidos que es lo que la gente siempre hace, sino descubrir lo que la propia mente del observador le manifiesta.
Y si ve una vaca donde hay un aparador o un gigante avasallador donde hay unos hierros que sostienen los cables de la luz eléctrica puede mentalmente transformar todo eso sin problema alguno.
Pasaron unos días y el ambiente de la casa estaba totalmente purificado y Don Cosme no volvió a toser ni las setenta y cinco veces seguidas ni siquiera una suelta por casualidad. Eran los agradables y beneficiosos aires que da el transformismo en el mundo del arte y de la salud. Ahora se comprende los males que producen esos halos de aceites concentrados o esas aguas contaminadas de bacterias que aplican ciertas artes.
¡Tijeras y pegamento! ¡Tijeras y pegamento!- decía el sobrino - que aquí no hay cuento.
Aquí no hay cuento
Bueno, pues si aquí no hay cuento- decía la tía ¿Entonces que es lo que hay? Un cuadro tan valioso como es el cuadro al óleo de las flores del salón que tenga que ser retirado y en su lugar se pongan cuatro recortes de papeles pegados sin sentido alguno y se llame a ese arte transformista o como se llame me parece una tomadura de pelo.
¿Pero tía, ya se te han olvidado las setenta y cinco toses seguidas? ¿Y...el halo misterioso que desprende el óleo, qué? Bueno, pues sabes lo que te digo que con un cepillo y jabón lagarto voy a limpiar las flores del cuadro al óleo, ya verás que limpio va a quedar...
Y en efecto, la tía desembaló el cuadro al óleo sin que nadie lo supiera y le dio un buen fregado con los utensilios dichos. Y sabes ¿ lo qué ocurrió? Que las florecillas empezaron a descascarillarse y debajo ponía Francisco Goya Y ahí, también estaba el misterio. Cuando se veían ya ricos vieron que el cuadro al óleo era la pura esencia del transformismo. Alguien se había encargado de ¡ pegar y cortar! ¡Cortar y pegar! Y encima lo había aprovechado un hermano del abuelo de Don Cosme para pintar al óleo un patio de macetas con florecillas. Las pinturas al óleo dicen que las compró en una tienda china y en los tubos no hay quien entienda lo que pone. Sin duda alguna que debe ser un producto altamente contaminante y que sea la causa que produce las setenta y cinco toses de Dn. Cosme.
El sobrino que se tenía ya que ir y que como sabéis es químico por Salamanca se llevaba en un tarrito los trozos de pintura que se habían descorchado después de fuerte lavado de la tía. Los analizaría y si es posible nos dirá en otra ocasión la causa tan extraña que hace toser a su tío.