Puede ser que así es, pero así no era. Me explico. Cuando mi amigo en la información anterior me dice en la Plaza Mayor de un todo Salamanca que viene del “chino de la esquina” no es nada de extrañar, pues este tipo de tiendas abundan tanto que no es raro encontrarse en la Plaza del Corrillo o Esquina de la Calle San Pablo alguna tienda de estas multiusos que tienen de todo. Por cierto son las primeras que ponen las figuritas y espumillones un mes antes que llegue la Navidad. Pero la frase puede inducir a error porque en Salamanca el chino de la esquina todo el mundo que vivía allí sabía que era el famoso barrio que estaba justamente al lado de la Iglesia de la Purísima. Su párroco, por aquel entonces de los años cincuenta y pico, Dn Miguel, nos emocionaba con su palabra por eso los domingos procurábamos el ir allí a su misa. “Yo estoy entre la espada y la pared” ( era una de sus famosas frases, mirando de lado al susodicho barrio). “Y vosotras jovencitas ahora que se acerca la primavera. ¡Cuidado con los escotes! Entre el señor obispo y yo tendremos que meterle mano” La sonrisa amenizaba la plática de un señor cura mayor que con su sotana y capa echada sobre el hombro se tapaba la boca por los buenos fríos que se pasaba en aquel amplio templo y que su calorcillo lo ponía el famoso cuadro de Ribera. Y al lado el chino, el barrio de aquella época que era algo tan natural en Salamanca que al salir del Instituto si pasabas junto a él, por la calle de la Compañía apenas te dabas cuenta. Aunque no era raro que parara un coche y nos preguntara:¿Chavales, está cerca el barrio chino? Pues bien, el barrio como tal ya ha desaparecido, pero las tiendas con ese nombre hay en Salamanca como en cualquier otra ciudad de España por doquier. Y tienen de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario