viernes, 7 de septiembre de 2012
LA PENITENCIA DE SER MONTE ABANDONADO
LA PENITENCIA DE SER MONTE ABANDONADO
Peromingo trova con una de sus experiencias, que mejor que nunca se repitan y así dice:
Bombas de fuego, el pino
A todos lados lanzaba.
Y se perdió el camino.
La llama desparramaba.
Fíjate en su dirección.
-¡Ojo! escapar hacia arriba
Si debes ir hacia abajo.-
Del experto es el atajo.
Y también buena lección.
Que si hay río ya le esquivas.
Las llamas son como el toro
Dice mi amigo Vicente
Hacia arriba lo deploro.
Para abajo, curva, y puente.
Cuidado, sin hojarasca.
Y el cortafuego apropiado.
Debiera estar, así el monte.
Si lo tiene abandonado
Señor “conde”, no se atonte.
-Ya sea noble o comunal-
Lo mejor, ser desahuciado.
Y al “provocador” ni sal.
Y si hay animal caprino
Ya verás como el camino
Estará... excepcional.
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