EL
JOVEN DEL MERCADONA
¡Mira!... ¡Qué apuesto! Y… ¡Qué mona!
/ ¡Y se mueven con premura
Fijeza y desenvoltura!
El joven del Mercadona.
Si estás atento ¡qué suene! / Aparte de
su soltura.
Le obligan a que pregone
Y lo hacen con dulzura:
“Llevarse” a casa pimientos / Que están
a mitad de precio.
“Llevarse” los condimentos
Para el puchero. Buen precio.
El “llevarse”, ¿ves?, desdice / ¿Obligados
por los jefes?
Si es así ¡Qué mequetrefes!
De esa forma no se dice.
Llevar es infinitivo. / Lo sabe el listo
de Abundio.
Y “llevado” el participio.
O “llevando” que es gerundio.
Son formas impersonales
Y que a nadie se dirigen.
Lo más correcto es hablar / con estas
formas verbales
Que además son personales
Y nadie te va a criticar
Ni tirar de los cabellos:
Llevaos, cuando es a vosotros.
Llévense, se refiere a ellos
-O a ellas, que los hay tan “potros”
Que
dan golpes si ven sellos-
El joven del Mercadona / con gracia y
desenvoltura.
Ahora así es como pregona:
“Llévense estos pimientos
Que están a mitad de precio.
Y llevaos los condimentos
Para el puchero. Buen precio”.
Ya sabes que es lo que tiene / El joven
del Mercadona
-A parte de su soltura-
Una voz que va y que viene
Contagia, gana, emociona,…
Por su gracia y su finura.
¡El joven del Mercadona!
¡Hay que ver! ¡¡Qué bien pregona!!
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