METODOLOGÍA DE LAS BUENAS ARTES DE LA LECTURA
-JUGAR CON LIBROS-
-Un buen aprendizaje es producto de una buena enseñanza”-
¿A quién no le ha gustado en edad escolar jugar con libros?
Con un diccionario abierto por la mitad puedes pasar tu sacapuntas-móvil empujado por el lapicero, simulando que estás atravesando un estrecho y oscuro túnel.
También con un libro, si es muy poco apropósito para tu edad, nadie te estimula y te dejan sólo con el compañero puedes ir pasando hojas. Las cosas que salgan en la página de la izquierda para ti, las de la derecha para tu compañero. Podéis pasar un rato bastante agradable...
Con dos libros se cierra el paso y se forma ya una peligrosa caverna.
Con tres, ¡la cantidad de cosas que se puede hacer con tres libros! Por lo pronto, una separación de estados-territorios para quien tienes de frente, tú en tu parte y él en la suya, ahora se puede empezar ya a jugar a los barcos.
Con cuatro libros, ¡es el acabose de cosas que se puede hacer! Mira a Don Quijote con sus encantamientos y transformaciones de gigantes comestibles en la cueva de Montesinos. También ya existen los libros-móvil, con dibujos que se mueven de cartón, entran y salen ratoncitos, mueven su cola o las orejas,.. Tienen pocas letras sí, pero muchas posibilidades...
Pero estos episodios y pormenores no son solamente de niños. De adultos también hay fabulosos juegos de malabares en torno al tema de la lectura que nos ocupa.
Don Polifacético mientras se entrega en cuerpo y alma a la burocracia en su despacho, en el aula forma cuatro rincones (pues es de ideas cuadradas) cada rincón tiene cinco niños. Uno es el encargado de leer en cada rincón y los otros de escuchar. Procuran saltar hojas e intercambiar pronto los libros entre los diferentes rincones, pues es la actividad más divertida. En Educación Física, un balón y un niño-arbitro le permite seguir con la terrible e interminable burocracia en su despacho.
Su labor es muy reconocida por la administración, ya que es una sabia y picaresca forma de ahorrar profesorado.
Otros adultos, también se ven obligados a realizar multi-funciones, atender el teléfono, llevar cartas, formatear, hacer de montadores para las fiestas,....
TIEMPO DE LECTURA EN UN AULA COLABORACIONAL
Se movía el escenario / cojeando de una pata
Y tanto daba la lata
Que temblaba el mobiliario.
¡Oiga-usted, señor maestro! / es peligro para un niño
Y este dijo con cariño:
“Arreglarlo eso es lo nuestro”.
Buscad, coged el carrillo / que estará en la biblioteca
Y descargad los ladrillos
Y la arena, que está seca.
Llenadlo con diccionarios / carpetas y gruesos tomos.
Nada quede en los armarios.
Vacíos hasta los pomos.
¿Qué...?¿Para qué los queremos? / -Me ha gustado tu ocurrencia-.
Si leer nunca lo hacemos
Se note aquí su presencia.
¡Qué bien calzan esa pata! / ¡Cómo sostienen la mesa!
¿Veis moverse la piñata?
Ya no se ve la sorpresa.
¿Quién ha dicho que los libros / nunca sirven para nada?
Mantienen el equilibrio
Calzan e ilustran, por nada.
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