LAS MIRADAS
Las miradas, el respeto, la sinceridad. Las miradas. Las
miradas. Con toda naturalidad y sin malicía.
¿Hay qué educar para saber mirar?
Las miradas son como las luces de los coches. Las hay largas, cortas, profundas, superficiales,
intermitentes, alarmantes,…
Las peores, dice a mi lado un cura son las rojas, las que nos
indican peligro, las digitales, aunque él prefiera decir genitales.
Hay que educar para tener “buenas luces”; de nada sirve el
oculista si él no la gradúa bien.
Las luces más atrevidas son las intermitentes, las que te indican dónde piensas ir. ¡Ojo que son las
miradas de la picardía, de la sonrisita. Y la Gioconda no se merece esas luces
ni tampoco el David de Miguel Ángel.
HAY QUE EDUCAR EN LAS MIRADAS
HAY QUE EDUCAR EN LAS MIRADAS
Se podría llamar a los canteros, ¿pornógrafos?... No quedarían
bien con el Arte.
EN POCAS PALABRAS
Los canteros. Los canteros / Espera que yo te cante / Como lo
hace un estudiante
Los canteros. Los canteros. / Espera que yo te cante / Como lo
hace un buen cantante
Y también un gran amigo,// Los canteros. Los canteros. / ¿Sabrán
ellos que es el cante?//
Ya lo creo ¿Te lo digo? /El
grabador fue genial / Que son de la catedral/ y por tanto soy testigo// ¿Qué ciudad?- CIUDAD RODRIGO.
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