LA AUTONOMÍA ANDALUZA EN LA TRANSICIÓN
¡ADELANTE ANDALUCÍA!
-LA ESCUELA PRINCIPAL IMPULSORA- 2 DICIEMBRE-1979
Hace 38 años este periódico, La Voz del
Sur, con fama de ser de tendencia franquista, se abría ante los nuevos
horizontes políticos que estaban surgiendo, recogiendo las colaboraciones
nuestras sin pega alguna.
Entendía la inquietante realidad de la
cercanía, ante los problemas de la vida diaria que no sólo podrían verse y
hacerse desde Madrid.
En nuestras escuelas se empezaba a
sembrar esta nueva realidad. Los conceptos eran difíciles de comprender por los
escolares. Autonomía, Junta de Andalucía, Blas Infante, Estatutos de la
Comunidad, Consejeros, Himno andaluz,…Palabras, hoy tantas veces repetidas y
machacadas, que son ya familiares en
nuestra vida diaria.
Es curioso que fuera la escuela de aquel
entonces, quien a través sus docentes ilusionados sembrara en sus aulas, de
forma más bien individual por parte del profesorado, estas primeras
iniciativas.
Y es llamativo también, que predominando
en amplias zonas como Jerez, el profesorado de diferentes regiones- de Cáceres,
Badajoz, Salamanca, Soria, Segovia,… Fueran estos quienes más se ilusionaran
con estas nuevas iniciativas, de ver y hacer las cosas mejor desde cerca que
desde Madrid.
El día de Andalucía quedaba en algunos
sectores un poco desfigurado por la cercanía festiva de los carnavales e
incluso las actividades para ambos días se mezclaban.
De modo individual algunos profesores
pensábamos que estaba muy bien que las actividades a realizar tuvieran una
puesta en común, aprendiendo y cantando
el himno, pero que no quedara en una simple exaltación patriótica de cánticos.
Y así se hacían murales para que los alumnos conocieran mejor las diferentes
provincias, con su vida y costumbres. Y se hacía especial mención a escritores,
poetas, cantantes andaluces, o personas más significativas de la comunidad.
Por mi parte siempre he pensado que es
la poesía quien más mueve e ilusiona a las personas y sobre todo a los alumnos,
llevándome la sorpresa que un periódico que fácilmente abría sus puertas a la
poesía- hoy sin embargo menos aceptada por la prensa-
fuera yo, el único colaborador que toqué
ese tema en ese día.
La poesía tenía que ser facilona para
que ellos pudieran recitarla e incluso memorizarla, sorpresa que me llevé con
la facilidad que se la aprendían.
Se las fotocopié sin nombre, diciéndoles
que era de un famoso escritor andaluz, hecho que les impulsó más y al venir de
un periódico dijeron algunos que se lo habían preguntado a sus padres y es
posible que el profesor estuviera por medio. Por mi parte sonrisas y mutis, pues
me parecía “facilona, contagiosa y de poco valor literario”.
Les hacía gracia eso de “tesoro”-para acabar
con esos falsos estereotipos de “mentirosos y vagos”. De “mora”, al tratar su
historia.
Y de “huérfana” porque faltaba
solidaridad entre sus propias, demás provincias y nuevas comunidades.
Sin embargo lo que más les ilusionaba
era el repetitivo: ¡Adelante Andalucía!
Y que el término “autonomía” era la clave
para reconocer e impulsar las enormes posibilidades de riquezas que tiene esta Comunidad, para acabar con el
paro y la emigración que muchos conocían y padecían en aquel momento en sus ambientes familiares.
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