lunes, 29 de octubre de 2018

MI VIDA EN UNA BOLSA DE CARAMELOS























MI VIDA EN UNA BOLSA DE CARAMELOS
      
Se puede vivir en muchos sitios. Pero yo elegí vivir dentro de una bolsa. ¿Qué eres? ¿Un marsupial? Ni mucho menos, mi bolsa es comercial y demasiado pasajera, hoy por hoy tiene mucha demanda. Y es que predomina la gente golosa.
Pues bien, salí de un extraño proceso de fabricación –materiales, mezclas, ingredientes, cocido al vacío, desmolde, enfriamientos, empaquetados,…-
Me embasaron y así llegué a uso de grandes almacenes. Caí en una caja apretujada entre muchas más bolsas y un cartel a la cabeza que ponía tres coma veinte euros por bolsita, se sobreentiende.
Llegaba la gente y nos desalojaban del sitio correspondiente.
Tuve la suerte de caer en una cesta agujereada, que me llegó a producir vértigo por  las grandes separaciones que había entre sus láminas de plástico.
Pasé por una barra deslizante y una luz lectora que a mí no me decía nada.
De pronto, escuché: ¿Quiere bolsa? Y dijeron: “No, llevo una”. No creo que eso fuera por mí. Y sí, por la que me llevaba a mí y a otros doce compañeros.
Después, me pasé a una casa familiar y nada más que nos vio el pequeño de la casa me zarandeó, me tiró por el aire y se emocionó tanto que dijo esta para mí.
Bueno, espera dijo una señora. Espera que coja una tijera. Quedé libre entre los demás compañeros que “volaron” y se repartieron al instante.
Mis amigos de viaje poco a poco, por no decir de prisa a prisa,  fueron desapareciendo.
Yo terminé en la boca del niño que me chuperreteaba tanto y tanto que al ver un agujerito negro en su boca  me dije: esta será mi casa. Y empecé a escuchar frases como estas: ¡Lávate los dientes bien!... ¡Mira la caries que tienes ya! La culpa la tienen esos malditos caramelos. ¡Maldito yo…! Y medio desaparecí.
Me hubiera gustado tener la suerte del envase que le tocó el señor de la casa. Este antes de mandarlo a la basura dijo: “Hasta lo más ínfimo puede ser un buen motivo para una excelente obra de arte! Y empezó a clasificar, doblar, pegar,…a los feos pero sugestivos envoltorios en un bonito cuadro POP-ART
Ahora le ves presidiendo una esquina  de la sencilla y  atractiva cocina de la familia.
Para que veas todo lo que se puede hacer con los papelillos de los caramelos  antes de pasar por la papelera con destino al cubo de la basura.

Realizaciones plásticas POP-ART 
del arte y la palabra.                                                     
X-Dulzorama
X-Bolsa de caramelos



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