EL ARTE POR EL ARTE. EL TROVADOR
Cuántas veces pasamos las hojas de una revista o periódico y vemos una ilustración o un anuncio que nos gusta. Cortamos la hoja y perdemos el nombre del autor –que el mismo nos perdone-. La hojita con el tiempo iba camino de la papelera o del cubo de la basura. Pero ...¡Un alto! Que aparecen los hombres de collages y de los Escuadrones del POP-ART y salen en su defensa.
De aquí, puede salir algo y se corta y
recorta, se guarda y se clasifica entre las hojas de una revista o en la cajita de zapatos de los papeles
guardados.
¡Por
favor! una cartulina, un lienzo o simplemente un cartón. Una tijera, un
cuchillo el martillo; el cutex-cuchilla –un momento que voy a google, ¡anda lo
he escrito bien!- el pegamento, el engrudo de harina, la barra adesiva, la
cajita de rotuladores, el plástico para no manchar la mesa, la pinza para
colgarlo después, la máquina de fotos, la impresora,…¿Ves…? ¡Casi “ná”! Así nació
EL TROVADOR. Y ¿Qué es el trovador? Un “autorretrato hetero-retrato” -¡ toma
castaña!-–también “etereo-retrato” de Isidro. Ahora falta saber que es trovar.
Como reza en su cartel:
“Trovar/ no es hacer poesía. Trovar / es
rimar. Simple-mente rimar. Ágil-mente. Con Filosofía: lógica, sicología, ética.
Y una pizquita de ocurrencias".
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