lunes, 12 de noviembre de 2018

EL SALTO DEL GATO

























                              EL SALTO DEL GATO
-Para todos aquellos que están hartos de la política, de las noticias tontas de cada día. Y no se detienen a observar a las cositas nuestras de cada día, como se hacía en aquellos años, más o menos alrededor de 1950. Paría una cabra en mi pueblo y te podría decir Juanito con la ilusión que veíamos llegar a ese nuevo ser al mundo. Llegaba un mulo cargado de heno al pueblo y ayudábamos a subirlo por medio de una polea al “sobrao”, eso era una auténtica clase de física. “El tira el gancho” era inquietud. “El tira tú desde arriba”el secreto del estudio de la polea. Jugábamos con un pincho a “robar terreno” y estábamos conociendo las argucias que hacen ciertas gentes, para quedarse con las cosas de los demás. Y “jugar a las casitas”, era el ir introduciéndonos a conocer los requiebros del amor. Así podríamos seguir. Pero ahora nos interés TROBAR – el decir rimando con el metro de las palabras” Por eso nos detenemos en esta instantánea que apenas dura unos segundo, pero de los que se puede sacar el provecho debido.
EL SALTO DEL GATO
Parecía que te miraba
   Y nada ni “puto” caso.
       Parecía que te observaba
           Y tú, haciéndole el payaso

-Marrama miay may mú.mú…
Y el felino tu-ru-rú-

-Más él, ni el mínimo caso-

Dime, entonces. ¿En qué piensa?
    Si es que piensa ese animal.
       Su observación es intensa
           Concentrada.-¿Digo? Ideal.

De pronto se estira y tensa.
   Mano derecha, adelante
Se rasca, acaricia,…¡Inmensa
Es su postura atacante!

Ni un bufido, media vuelta.
    ¿Qué quieres que más te cuente…?
          ¡Qué figura más esbelta!
                Que al saltar se dio en la frente
                     En la nariz, el bigote,…
                        Sin afectarle a la mente
                            Que la tenía tan despierta…
                                  Que al saltar cerró la puerta.

Y, ahora ¿dime?, -doy un alto-
     ¿Por qué el gato dio ese salto?
        ¿Se  topó con algo abrupto?
            Con un ¡miau!, que hoy es muy célebre
                 Que su  dueño era  un corrupto
                       Y que da,  gato por liebre.

¡Libera nos dómine  de la causa puesta!
¡Libera nos domine por ser algo funesta!

P.D. El Salto del Gato, fue presentado para el concurso:
“Hásase ud., amigo de un animal”, quedando en último
 lugar  por haber dejado a los servicios sanitarios del
hospital sin uno sólo de esos tan reconocidos felinos.
El Trovador tendrá que leer, en voz alta durante veinte
días un párrafo antes del almuerzo del medio día y otro
segundos antes de acostarse por la noche, de la famosa
obra de Lope de Vega, La Gatomaquia.
-Dado en Jerez de la Frontera, ciudad de los gatos
Perdidos, a mediados del dichoso mes que empieza por los santos
y termina…por San Andrés.-Dicho-



















No hay comentarios: