El botellón es un problema qué pobrecito aquel lugar donde se instala, pues encima del enorme jaleo que produce lo hace hasta las altas horas de la madrugada.
Quien quiera pasar la noche / en la calle o en la plaza
¡genial! pero tiene un broche/ y hora fija que le emplaza.
Hable, beba, ria ,goce./ Pero no más de las doce.
A partir de ese momento/ el silencio ha comenzado
si buscas prolongamiento /"¡Vete a otro sitio y cerrado"!
Diversión sin molestar / y con el tiempo prudente.
Procura no berrear / ni mostrarte decadente.
¿Si usted tuviera que estar/ en casa convaleciente
le agradaría la gente / que no hace más que gritar
o reír constantemente?/ Entonces señor alcalde
ponga horario al botellón/ ¿No puede? No siga en balde
deje al siguiente el sillón.-ISIBE-
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