No me imagino sin periódicos. Bueno sin El País que es el único que compro todos los días y la verdad con él tengo bastante. Lo primero que suelo hacer es darle un primer repaso y con un fluorescente señalar el título del artículo o la noticia que después voy a necesitar leer con más tranquilidad. Posteriormente corto a pulso la hoja u hojas que más me interesan. Recorto los flecos de ellas con una tijera y comienza ya la lectura detenida de estos artículos.. A ser posible subrayo los textos o apartados que más me interesan y guardo en un montoncito que se va agrandando día a día en una banqueta.
El momento en que la televisión es un coñazo o no me interesa- son bastantes, pese a las muchas cadenas o condenas- aprovecho para volver a releer los artículos recortados. Este proceso de primero una pasada, selección y subrayo y recorto es el más habitual. Echo de menos que desapareciera el Caso y se llevaran muchos de estos sucesos, al igual tanta información deportiva, poco seguimiento taurino y nula presencia poética.
Me agradan las cartas al Director y la variedad de temas que ellas tocan. La Tabletas aún me resultan páginas frías. Les falta el pequeño detalle de la ilustración, la fugaz propaganda y el dibujito que viene al caso y hace de fondo y forma al texto. Las páginas literarias son las que más me interesan: Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo, Rosa Montero, Maruja Torres, Juan José Millás, Javier Marías, son escritores que es un lujo poder leer por el módico precio de un euro y veinte céntimos.
¡Y la satisfacción que produce coger una tijera, corto por allí, pego por aquí y mira arriba y abajo y verás lo que ha salido!- Que Dios reparta suerte y no nos falten los pinos ( los demás en lo que esto dure nos encargamos de hacer pinitos de vez en cuando-el llamado arte urbano con pintas de collages de ocasión…)
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