ENTRE RENGLONES
-Donde se habla del arte, oficios y beneficios de la escritura bien realizada-
Alguien dijo: senda, sendero, camino,…
Tendido para el servicio de todos, el camino significó el primer desafío, la inicial y rotunda imposición de límites, a la selva arrolladora del inmenso folio en blanco, el caos. Y el hilo débil del sendero pasa a ser vía, calzada.(cuadernos de un solo renglón) Hasta llegar a nuestro tiempo y conseguir el vocablo carretera, autopista (Encuadernaciones de dos renglones y otros que se cruzan)
Suprimid la palabra camino, renglón. Y el caos, el folio en blanco, se adueñará a modo de desierto, de la huella perenne de sus pisadas peregrinas.
Por ello- dice Federico Muelas- “toda raza o pueblo que desea persistir, quedar, dejar huellas, cuida de la caligrafía de sus rutas (y también-añadimos nosotros- de sus cuadernos escolares). Sólo los pueblos que cuidan sus sendas persisten.
Quienes se salen de sus espacios o hacen las letras torcidas, sin haber puesto el más mínimo esfuerzo de lucha se quedarán al margen de su propia conquista.
El puente surge cuando el camino no puede seguir su trazo, topa con obstáculos, o vamos a cambiar de ideas. Y con el puente, el punto y sus diferentes modalidades.
Se hace punto y aparte. Entonces, el renglón necesita un guijarro para saltar. Salir y volverlo a coger. Y el camino, seguirá sobre esa falsilla de renglones sucesivos, con sus cambios, paradas, saltos, puntos y apartes,…
Luego, se hace invisible; pero sigue existiendo en su propia configuración. Y los humanos pasarán por sus rutas cientos de años leyendo. Amplio y sugestivo panorama a modo de raíles de hierro, milimetrados, cuadriculados o despojados de todo ropaje y señalados únicamente por la estela horizontal que marca la palabra y, aún más, la frase.
Finalmente cuando surge el AVE, el tren de lectura de alta velocidad, las calzadas romanas de sendas empedradas abrirán paso a folletos, cuadernillos, libros, modernas Tabletas y la vista se deslizará por largas estelas espaciadas, “arrenglonadas” de luz.
Escribir torcido sobre renglones derechos, es por falta de pulso, atención o entreno adecuado. Escribir derecho sobre renglones torcidos, eso es sólo obra, destreza y capacidad de un Ser superior.
Y nosotros buscamos que la escritura sea clara, uniforme, comprensible, derecha, agradable, - con bolígrafo, lapicero, ordenador, o pluma de ave,…- para facilitar una lectura comprensiva que a modo de esquí se deslice sobre los invisibles renglones de la blanca nieve del papel y que marcan la palabra, la frase, el párrafo o el texto completo.
(La plantilla marca el camino escolar. El folio en blanco las destrezas ya adquiridas. Los cuadernillos en este caso de Jaime Narváez la experimentación lineal, artística)
viernes, 20 de enero de 2012
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