MEMORIAS DE DON FLORINDO, MAESTRO DE ESCUELA DE PRIMARIA
LA TEORIA DE LA INCLUSIÓN
A veces pienso que los matemáticos, los
profesores, son bastante parecidos a los ciclistas. Dime: ¿No hacen ambas profesiones la misma “carrera”? Puede.
¡Explícate!
Sólo les interesan los resultados. El
ciclista en ganar la etapa o al menos finalizar –que ya es un triunfo-.
El matemático en sus clases le importa
marcar bien sus líneas (¿?), sus pasos. Y la gloria, el triunfo, está en el
resultado.. Al final los comprueba con sus
propias tésis. ¿Le salió bien? Eso es lo principal.
¿Tú has visto a algún ciclista parar en
un lugar determinado a contemplar el paisaje? Y aún más te digo, terminada la
etapa: ¿Quiénes se detienen a comentar los diferentes cultivos, los adornos de
las rotondas, las frases de las pancartas,…?
Lo mismo sucede con los profesores que
enseñan matemáticas. ¿Has escuchado alguna vez a un profesor decirle a
fulanito: “Me encantan los números tan redondeados que haces? O “el dibujo de
tus raíces cuadradas se parece a las desviaciones que hace la nacional cuando
pasa por Sanabria”.
Todo es señal que en ambas carreras,
competiciones o resolución de problemas, lo más importante es llegar, el
resultado final.
Si cuando el profesor escribe en la
pizarra el número 203, en silencio se pusiera a pasear, escucharía opiniones
muy curiosas.
-¿Profe ¿A que el dos se parece a un
patito? –pregunta sin respuesta.
-Don Flori ¿A que el dos se parece a un
patito?- sonrisa del docente.
Ahora viene la pregunta del que le gusta
fastidiar: “Si el cero es nada ¿entonces por qué lo pone?
Don Florindo -le contesta-: “Es nada
pero ocupa un lugar. ¡Mirad, todos los números tienen sus cabecitas, ya sabéis
que no las ponemos. La cabecita del tres es la letra “u”, la del cero la “d” y
la del dos la “c”.
-Entonces,-pregunta Maruja: “Las decenas
no existen?
-Mira –Maruja- el que no las veas no
quiere decir que no existan. Tienen su lugar.
-¡Pido la palabra –dice Manolo-: “Con todos mis respetos yo creo que
están incluidas en el dos, el doscientos, es decir camufladas” La sonrisa fue
general.
Fue entonces cuando Don Florindo,
profesor de Primaria de una escuelita rural les explicó a sus alumnos de sexto:
“Vosotros habéis escuchado ese informe que llaman de Pisa y mide resultados,
velocidades de alumnos de diferentes países. Ya lo veis como tiene Prisa en
llegar, competir. Pero no le importa la capacidad de pensar, de hablar, de
discernir, de razonar. El aprendizaje para ellos es una carrera ciclista, mide
la velocida lectora, la subida a la montaña, la contra reloj, los sprints,..Y
al final el resultado, el ganador.
Este caso me lo invento es: La Teoría de
la Inclusión. “Contener una cosa a otra, llevarla implícita” El cero guarda el
lugar a las decenas. Si las decenas no existieran, tampoco existiría el lugar.
Por lo cual, Don Florindo - volvió a
intervenir Maruja, las decenas son como Dios, no las vemos pero existen, tienen
su lugar. Estoy de acuerdo con Manolo están incluidas
Así es, finalizó el profesor
Matemáticamente tratada la Teoría de la Inclusión. Y punto y basta.. que hay
que agilizar cálculos ¡que vienen los de Pisa!
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