LA SOMBRA DE LA CRUZ
En el mismo instante que muere Cristo. El sol comienza a obscurecerse. Resplandece sobre la Cruz. Y el rostro de Cristo queda reflejado en su sombra sobre la tierra. Quienes por tanto dolor no pudieron mirar la cruz vieron el milagro que se produjo en el suelo. Quedando allí grabada la sombra de su último rostro en fatal momento.
El Lectorescopio indagador del artista atisbó el momento tanto con pluma como con tijera y pegamento. En el centro, al fondo se ve la cara de Cristo iluminada por el astro sol sobre la tierra. Se mueve el manto negro de seda de la Virgen su madre en la diestra del mismo.
Una mano acariciadora quiere detener el instante. El sol oscurece pero quiere Dios que la vida siga y que amanezca con su posterior resurrección. Cuadro y palabra es un hecho original del mismo autor que transportado en videncia allí estuvo, intentando transmitirlo y sometiéndose a las estrictas reglas de un soneto tan imaginativo como real.
LA SOMBRA DE LA CRUZ
Quizás fueran pocos quienes la vieron.
Extendida inerte sobre la tierra
Y alargadísima tanto... Sintieron
El poder sobrenatural que encierra.
Esa sombra dejó su luz, misiva.
Volviéndose obscuridad al momento
Al perder misteriosa tentativa.
Fue un instante grabado del tormento.
Seguro que allí no creció más hierba
Y que no toca el viento el polvo inerte.
Quedando en la mente de quien la observa.
Resucitado Cristo, por tal suerte
El mejor de los sitios la conserva
Y pasa a ser vida y dejar la muerte.
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