IDEAS QUE SE SALEN DE SÍ MISMAS -“RAJAR”, TEME ESCRIBIRSE SÓLO-

 

IDEAS QUE SE SALEN DE SÍ MISMAS

-“RAJAR”, TEME ESCRIBIRSE SÓLO-

 

¡Rajaba tanto Fernando!.. / Un tanto de los de arriba / y el resto de los de abajo.

Sigue. Sigue que te diga…

Del adjetivo, chivato. Del pronombre, “vos” antiguo. Del adverbio, “cuasi o cuanti”.

De los verbos que en gerundio. Pasan tiempos criticando.

Del nombre feo, Vitrubio. Igual que el de Juancho o Abundio.

Todo el mundo ves, rajando.

Pero Rajar era un verbo. Que se adosaba a un pronombre.

Y empezó así a rajarse, rajarme, rajarte, rajaos,…

Terminó en el hospital.

El rajar fue de cuatro puntos.

 ¡Gracias! Se pudo curar.

            Y VA DE COPLA

Rajador que rajas tanto. / ¿Has visto las consecuencias?...

            Que nunca serás un santo.

            Tendrás que tener paciencia.

Rajarte, no./ Rajarse ellos, ¡Quiá! /

¡Rajémonos el manto!-

            Con permiso de la ciencia.

 

-Perdón, quise decir, Cencia. / Cencio, guía de Clemencia-.

            Rajarse nunca con llanto.

 

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