viernes, 28 de marzo de 2014

EN EL SUEÑO DE UN NEUMÁTICO: LABOR


























EN EL SUEÑO DE UN NEUMÁTICO
LABOR, PUDO HABER SIDO UN GRAN MAESTRO

¡Qué agradables se hacían los viajes escolares con el señor Labor! Nada más entrar en el autobús todas las mañanas nos recibía con una sonrisa que nos ganaba. Daba los buenos días, e iba colocando a cada niño en el sitio que él veía más adecuado.. Ponía su micrófono y nos iba relatando todo lo que iba haciendo: “He puesto el intermitente de salida, como no veo ningún coche que venga por detrás, iniciamos la marcha. Ya que os habéis puesto todos el cinturón seguid atentos al altavoz”
Nos encantaban las musiquillas que ponía porque eran cortas y agradables, de vez en cuando se colaba alguna poesía o varios chistes divertidos. Contaba historias de animales, viajes fantásticos,... El viaje se hacía en un santiamén. Pasábamos a su lado y nos despedíamos con un “¡Hasta luego, señor Babor”, él repetía, Labor y sonreía.
Un día uno de los chicos mayores le dijo:”Cada día nos pone una cinta diferente. ¿Cuándo las hace?” Y le contestó: “Como mi trabajo es por las mañanas con vosotros. Por las tardes cojo mis aparatillos y las hago. Me tiro casi una hora, pero no importa...Me gusta”
A mitad del curso el señor Labor cayó enfermo. Le sustituyó el Aji. Así le llamábamos porque olía un poco a eso...a aji”
A este le molestaba todo. Cada niño se sentaba donde quería, no ponía cintas ni musiquillas. Comentarios de política, siempre política, que zarandeaban a todo bicho viviente. Al aburrirnos hacíamos grupos o rincones. En los grupos mandaba siempre el mayor o el manda más.
El Aji como hubiera jaleo, paraba el coche, lanzaba un taco, abría las puertas y decía: “Al primero que se pase, se queda en la carretera”. El viaje continuaba con un silencio aterrador, que después se volvía a hacer otra vez, alborotador.
El niño que preguntó un día a Labor sobre como hacía sus cintas nos dijo, os tengo que contar una cosa. “Labor me contó un día que él era maestro, que como habían suprimido escuelas, tuvo que hacerse conductor pero que su vocación de maestro no la había perdido”.
Por eso por las tardes, grababa cosas en su casa para que hiciéramos el viaje de una forma agradable e instructiva. ¡Vamos él lo decía. Aquí quien conduce soy yo y para eso he estudiado para que aprendáis, sin daros cuenta,  de una forma alegre, instructiva.”
Labor, dinos ¿cuando vuelves? Ya no lo sé. La empresa me ha destinado al departamento de limpieza, ahora han puesto al Aji, uno de los hijos de los dueños. A ver si tengo suerte y puedo volver algún día...”
Labor no volvió más para aquellos escolares que se hicieron mayores y hoy ya van solos y en tren a la Universidad.

El recuerdo en ellos quedó patente. “Un maestro es- escribía uno de aquellos jóvenes que ya es periodista- aquel que te lleva de la mano a la escuela, que conduce, que es conductor de caminos, de saberes, de sonrisas y de cariños. Que te deja una huella de conducta y que sin darte cuenta la sigues. Porque el que siembra bien, recoge mejor.

ILUSTRACIONES POP-ART
X- Una lección en papel
X- A simple vista
----Pinchar en la imagen para verla completa---


No hay comentarios: